miércoles, 17 de marzo de 2010

Romanos 6:23 ¿Cristo pagó o cobró?

"Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor" (Romanos 6:23 NVI).

Cada vez que alguien cita este texto y le escucho decir que "Cristo pagó nuestra deuda" al morir en la cruz, no puedo evitar hacerme las preguntas:

  • ¿A quién le debemos?
  • ¿A quién le pagó Cristo?
Cuando se contrata a un empleado, luego que ha trabajado una semana (o quincena) se le debe pagar su salario, el cual ha sido devengado. Darle el dinero no es un regalo, es su derecho, se lo ha ganado. El patrón paga, el empleado cobra. El texto dice "la paga del pecado es muerte", es decir, cuando pecas, te ganas el derecho a cobrar la muerte. Morir no es un castigo, es el derecho de quien peca, pues se lo ha ganado. Y si se lo ha ganado, ¿a quién le debe?

En Romanos 3:23 se enfatiza que "todos han pecado y están privados de la gloria de Dios." Y en Romanos 5:12 dice: "Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron."

Ambos textos de Romanos señalan que todos hemos pecado. En el segundo de ellos, se indica cómo es que entró el pecado en el mundo, mediante un sólo hombre. Este hombre es Adán, quien desobedeció el mandato de Dios:  "Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás" (Génesis 2:16-17 NVI). Este mandato indica la consecuencia de la desobediencia. Así que cuando Adán comió del fruto prohibido, se ganó el derecho a morir, y nos lo heredó, por eso todos tenemos el derecho a morir.

¿A quién le debemos? La muerte no es nuestra deuda, es nuestro pago. Cuando llegue el momento, deberemos ir a cobrar, no a pagar. Entonces, cuando Cristo "llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero" (1 Pedro 2:24 RV60) estaba cobrando el pago por nuestro pecado. Él, quien "no cometió pecado alguno" (2 Corintios 5:21 NVI), no tenía por qué cobrar la muerte. ¡No se la ganó! Si él cobró, fue para evitar que nosotros recibiéramos el pago. Él tomó nuestro lugar en la fila de cobro.

Ahora Cristo nos ofrece algo que no podemos ganar, por dejarlo cobrar nuestra paga. La última parte de Romanos 6:23 dice: "la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor". Una dádiva es un regalo. En contraste con la paga -que se gana-, la dádiva es un regalo -que no se puede ganar-.

Si el pecador pudiera hacer algo para ganar la vida eterna, entonces no sería un regalo. La vida eterna no se incluye en la herencia de Adán, pues perdió su derecho a la vida por causa de su pecado. NO tenemos forma de recuperarla, excepto como un regalo de quien SÍ la tiene y puede ofrecerla. Cristo "no cometió pecado alguno" (2 Corintios 5:21 NVI), por eso no perdió su derecho a la vida eterna y puede heredarla a todos sus hijos, a todo aquel que quiera aceptarla. Te la ofrece a ti y me la ofrece a mí.

Al morir Cristo en la cruz del Calvario, ciertamente cobró la paga del pecado. Pero al tercer día resucitó (Hechos 10:40; 1 Cor 15:4; S. Lucas 18:33; 24:7,46), porque Él es "la resurrección y la vida" (S. Juan 11:25). Con toda confianza podemos acercarnos a Él para recibir su regalo, pues no rechaza a nadie (S. Juan 6:37). ¿Quieres ir por tu regalo?

3 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias, por arrojar luz sobre esto. El Cristianismo, no deja lugar para las demás religiones del mundo, donde tenemos que hacer algo para salvarnos. Solo Jesús es el que ocupó nuestro lugar en la fila del cobro de nuestra paga por nuestros pecados.
Gracias por salvarme Señor Jesús.

Unknown dijo...

Gracias amado hijo de Dios te amo gracias y no me cansare de darte gracias

Unknown dijo...

Tenemos que cobrar por lo que hemos decidido, cristo cobro por nosotros, recibamos su regalo y jamas lo soltemos!